Rosalina Gómez, originaria de la comunidad Tzopilhá en Chiapas, creció en un entorno rural dedicado al cultivo y la crianza de animales. Sin acceso a servicios básicos como luz y agua, enfrentó carencias que la impulsaron a emigrar a Cancún a los 16 años, siguiendo los pasos de su hermana mayor, quien trabajaba en la Zona Hotelera de esta ciudad, realizando trenzas de cabello para las turistas extranjeras. En Cancún, Rosalina experimentó dificultades iniciales, trabajó en empleos precarios para sobrevivir. Con el tiempo, adquirió experiencia y logró trabajar en lugares como el aeropuerto y la terminal de autobuses. Rosalina vive en Villas Otoch Paraíso desde el inicio del fraccionamiento, por lo que ha sido testigo de las transformaciones del barrio, menciona que los problemas como como la falta de luz y vigilancia por parte de las autoridades afectan la vida la comunidad, especialmente a quienes trabajan en la industria hotelera. A lo largo de la entrevista, Rosalina compartió anécdotas que reflejan su resiliencia y capacidad de adaptación. En su narrativa, explora los recuerdos de su vida en Chiapas, su proceso de migración a Cancún y la enfermedad de una de sus hijas, un testimonio conmovedor de fortaleza y esperanza que merece ser compartido Rosalina es una mujer orgullosa de su herencia maya tzeltal, transmitida por sus abuelos, y se esfuerza por preservar sus tradiciones y lengua materna. Su mensaje para las futuras generaciones del barrio es invitarlas a valorar la educación, evitar problemas como las drogas y el vandalismo, y abrazar el trabajo honesto como camino para mejorar sus vidas. Su historia de vida ofrece una perspectiva invaluable sobre la migración, la superación de obstáculos y la importancia de la resiliencia. A través de sus palabras, Rosalina nos recuerda el valor de la educación, el trabajo y la preservación de nuestras raíces culturales.

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Memoria y Voces de mi Barrio

Entrevista

Francisco Sosa

Chiapas

03/01/2024