Gabriela y su esposo llegaron a Cancún hace 27 años desde su pueblo natal en Quintana Roo. Su esposo encontró trabajo en la zona hotelera. Inicialmente, la familia vivió en diferentes lugares de renta hasta que lograron adquirir una casa en Villa Otoch Paraíso, donde han vivido por aproximadamente 18 años. Gabriela describe los primeros años en la comunidad como tranquilos y llenos de satisfacción, con pocas familias que convivían en armonía. La situación cambió con la llegada de una nueva vecina que comenzó a causar problemas. Gabriela vendía comida desde su casa para complementar los ingresos familiares, pero la nueva vecina se quejó y comenzó a crear conflictos. Las tensiones escalaron hasta un altercado físico en el que Gabriela y su hija fueron agredidas. A consecuencia de estos problemas, Gabriela tuvo que dejar de vender comida, lo que afectó sus ingresos. El estrés derivado de los conflictos vecinales ha tenido un impacto significativo en la salud de Gabriela, quien desarrolló diabetes. Además, el ambiente hostil ha afectado la estabilidad laboral de su esposo, un cocinero que ha enfrentado problemas para mantener sus empleos debido a la situación en el hogar. La hija de Gabriela también ha sufrido, teniendo que abandonar la escuela para trabajar y ayudar económicamente a la familia. Gabriela ha buscado apoyo de diversas formas, incluyendo la intervención de las autoridades locales y la Fábrica de Artes y Oficios (FARO). A pesar de estos esfuerzos y de haber interpuesto demandas, los problemas con la vecina continúan, lo que ha generado un ambiente de constante tensión y hostilidad en su hogar. Ante la persistencia de los problemas, Gabriela expresa su deseo de regresar a su pueblo natal en Quintana Roo para recuperar la paz y estabilidad que siente haber perdido en Cancún. A pesar de haber vivido muchos años en Villa Otoch Paraíso, los recientes conflictos han transformado su experiencia en una de constante estrés y lucha. Gabriela reflexiona sobre el impacto que los conflictos vecinales pueden tener en la vida de una persona y su familia. A través de su relato, se destaca la importancia de la resiliencia y la búsqueda constante de soluciones, así como el valor de la memoria y la documentación histórica para entender y abordar los conflictos sociales. Su historia es un testimonio del esfuerzo por mantener la unidad y la estabilidad familiar en medio de circunstancias adversas. La narrativa de Gabriela Quetzal es una historia emotiva que ofrece una mirada a los desafíos específicos de su vida en Villas Otoch Paraíso, además resalta la importancia de la comunidad, el apoyo mutuo y la perseverancia en la búsqueda de una vida mejor. La documentación de su experiencia contribuye al archivo histórico del barrio, proporcionando una perspectiva valiosa sobre la vida en esta comunidad de Cancún.

07.MVB-Gaby_QL.13-02-24

Memoria y Voces de mi Barrio

Entrevista

Francisco Sosa

02/13/2024